Cuando paseamos por su casco antiguo _plaza de la Corredera, plaza de la Iglesia, calle de la Torre…_, sus calles estrechas y retorcidas que crean recogidos e inesperados rincones, nos permiten adivinar un pasado musulmán. En su interior destaca el edificio de su iglesia parroquial, la iglesia de la Asunción; aunque construida en el siglo XVI, posteriores remodelaciones han hecho que del edificio original de estilo gótico tardío solo se conserve la cabecera, en la que destaca una bóveda de crucería.
En el interior de la iglesia se hallan importantes figuras artísticas y un órgano barroco: una Santa Ana del siglo XVI, y dos piezas que siguen la línea estética de la imaginería murciana del siglo XIX, realizadas al parecer por discípulos de Salzillo, un Jesús Nazareno y una virgen Dolorosa. El órgano barroco es de finales del siglo XVIII, el mueble está realizado en madera de pino policromada, y la caja es igual que la de Liétor.
Pero sin duda el entorno natural es la verdadera joya de Férez, los campos de cultivo que la rodean aunque muchos se hallan hoy bajo las aguas del pantano del Cenajo _y que son causa de una próspera agricultura; y muchos enclaves de alto valor ecológico y paisajístico.
La agricultura ha sido y es parte de la riqueza y el encanto de Férez. El olivar de Férez produce unos dos millones de kilos de aceituna al año, que en su mayor parte se dedican a la elaboración de un excelente aceite de oliva. La variedad manzanilla levantina (cuquillo) es la mayoritaria y además de para la elaboración de aceite
se aprovecha también para una magnífica aceituna de mesa. También se elabora vino de gran calidad. Pascual Madoz, a mediados del siglo XIX, escribía que Férez producía ‘trigo, aceite y vino’, y también mencionaba la abundancia de ‘perdices, conejos y liebres’. Si sumamos productos de la huerta, caza y vino, y lo aderezamos con los saberes de la cocina tradicional, resulta una comida llena de sabor que no debemos dejar de probar.
El mirador del Puente de Híjar es un excelente lugar para observar un paisaje de contrastes, una zona de contacto entre los grandes macizos calcáreos del subbético de Castilla La Mancha y las zonas llanas circundantes, de transición entre las crestas rocosas y los valles fluviales, entre las áreas forestales de gran valor natural y los cultivos de secano (olivo y almendro). El Puente de Híjar es esbelto, de elevada altura: con tres pequeños arcos de medio punto a cada lado del ojo central, formado éste por un gran arco ojival que descansa sus pilares en ambas márgenes. A los pies de los pilares se encuentran los restos del antiguo puente. En las inmediaciones del puente hay zonas habilitadas para el baño y la pesca.
Además hay muchos otros parajes, como la Alcantarilla de Jover donde el viajero podrá disfrutar de su tiempo libre como mejor le plazca, simplemente recreándose en él o practicando deportes náuticos.
Y además: El Molino de la Mora; La Cueva de Montalvo; Visita bodega; El Atajadero; El Lentiscar; Y mucho más…
