Mediterránea
Este proyecto cooperación se va a poner en marcha por parte de los 6 grupos de acción local de la provincia de Albacete. Recientemente, la UNESCO ha reconocido la «dieta mediterránea» como patrimonio inmaterial de la humanidad. La Comisión Europea y algunos países de Europa y el Mediterráneo han apoyado esta iniciativa. El fundamento es que la dieta mediterránea no sólo se considera como alimento, se trata de una filosofía y una forma de vida, el respeto por el medio ambiente, el amor a las tradiciones, y descubrir las raíces de la buena comida. Este importante premio, feliz culminación de un proceso iniciado cuatro años antes, permite la acreditación de ese maravilloso y equilibrado ejemplo de la tradición cultural y natural que es el estilo de vida mediterráneo reconocido a nivel mundial.
La Dieta Mediterránea es un conjunto de habilidades, conocimientos, prácticas y tradiciones que van desde el paisaje a la mesa, incluidos los cultivos, cosecha, pesca, conservación, elaboración, preparación y, en particular, el consumo de alimentos. La dieta mediterránea se caracteriza por un modelo nutricional que se ha mantenido en el tiempo y el espacio, que consiste principalmente en aceite de oliva, cereales, frutas frescas o secas, verduras, cantidades moderadas de pescado, productos lácteos, carne, muchos condimentos y especias, todo acompañado por vino o infusiones, respetando siempre las tradiciones de cada comunidad.
Los productos tales como aceite, vino, queso, pan y fruta son sólo ejemplos de las producciones que vienen de una historia milenaria de agricultura y artesanías que son cruciales para cualquier área que se asoma al Mediterráneo.
Otro aspecto de importancia fundamental es que, como se ha demostrado por numerosos estudios científicos, la dieta mediterránea es, con mucho, la más saludable y representa un ejemplo de una nutrición adecuada y equilibrada, capaz de prevenir los trastornos cardiovasculares, obesidad u otras enfermedades típicas de las dietas menos saludables. Esta característica merece ser adecuadamente valorada y difundida entre los habitantes locales a través de actividades de educación nutricional dirigidos especialmente a la población más joven, concienciando desde el colegio y los comedores escolares a niños, padres y educadores.
Existe una carencia común a los territorios implicados en el proyecto y es la escasa relación comercial entre productores locales y hoteles y restaurantes dedicados, principalmente, al turismo. No tener la oportunidad de promocionar conjuntamente los productos y servicios de calidad ante los clientes y turistas da como resultado que la gran riqueza gastronómica tradicional de nuestros pueblos basada en los alimentos de temporada, y las producciones locales, no se ve adecuadamente valorizada ante el turista. Estos establecimiento pueden servir como canal de distribución y promoción de estos productos agro-alimentarios y artesanales con la elaboración y puesta en valor de un Menú Mediterráneo, que sirva como elemento aglutinador de la oferta turística del proyecto y, a la vez, como elemento diferenciador de otras ofertas externas. La promoción conjunta de los productos de calidad podría generar un beneficio, tanto para los productores (mayor visibilidad y una nueva forma de beneficios), como para los hoteleros y restauradores (suministro de alimentos saludable y sostenible).