Situada al sur del cauce del río Segura, al que se une mediante el arroyo de su mismo nombre, la villa de Letur era considerada ya en el siglo XVI como “alegre y de mucha agua y frescuras”. El paseo por sus calles, la contemplación de sus numerosas fuentes, o la visita a sus alrededores, permiten comprobar que ahora, casi 5 siglos más tarde, la población conserva esas mismas características.
Letur fue poblada por el hombre desde muy antiguo, así se pone de manifiesto en los restos pictóricos rupestres de estilo levantino de época Neolítica, y en los innumerables yacimientos arqueológicos – la mayoría sin catalogar- sobretodo íberos (ligures, oretanos, bastetanos, deitanos,carpetanos, turtetanos). Fue colonizada por los cartagineses, y en el siglo III antes de Cristo, sufre la romanización y la fortificación del peñón donde se encuentra situada hasta el siglo IV después de Cristo en que los Visigodos invaden esta tierra. Restos de su cultura se encuentran en Gutta, que corresponde actualmente al municipio de Villares y por entonces pertenecía a Letur. La invasión musulmana marca el inicio del periodo histórico más documentado, asentando sus raíces en el siglo IX y consolidándose en el siglo X. En plena dominación árabe durante el siglo XII, se levantó el castillo de Letur. Los territorios que hoy configuran el municipio pasaran por diferentes señoríos musulmanes, desde la Cora de Todmir hasta el Reino de Taifas de Murcia. La Reconquista Cristiana es indeterminada, entre 1.235 y 1.242 en que Letur pasa a pertenecer, junto a otras villas y emplazamientos, a la Orden de Santiago. Fueron famosas sus alfombras de esparto, cáñamo y lana en toda Castilla, artesanía que, lamentablemente, se ha perdido en la actualidad. Posteriormente, parte de los territorios que pertenecían a la demarcación de Segura de la Sierra se dividieron en «encomiendas» (lugar, territorio y rentas que se concedían a algunos caballeros de la ordenes militares), pasando Letur a depender de la vecina población de Socovos dentro de la Orden de Santiago. La paz estuvo ausente por las divisiones internas en la Orden y la Encomienda, entre caballeros cristianos, nobles, feudales, mudéjares y moriscos, por ser esta zona fronteriza con el reino de Murcia, Granada y Castilla. De la Orden de Santiago dependió hasta mediados del siglo XIX, en el que se eliminó su jurisdicción. Esto no supuso una gran mejoría en el estilo de vida de la población, ya que se mantuvieron las escrituras feudales y señoriales. Todo ello provocó a finales del siglo pasado, la sucesión de revueltas populares.
La villa se asienta sobre un peñón rocoso, una elevación del terreno, no obstante la población se asentó también fuera de estos límites naturales formando los barrios de la
Era del Rosal San Antón y
Las Eras. Todo el casco antiguo conserva un trazado Árabe-medieval formado por calles estrechas con tramos que cambian de dirección continuamente y que convergen finalmente por una calle principal, dando la vuelta al casco antiguo para desembocar en la plaza. El
sabor morisco de su casco urbano ha favorecido su declaración como
Monumento Histórico Artístico, constituyendo el
conjunto musulmán más importante y mejor conservado de la provincia de Albacete. Se trata de una laberíntica red viaria necesariamente peatonal. Los edificios son generalmente de dos o tres plantas. En sus fachadas destacan los arcos de piedra de los accesos, que a veces forman los famosos
«portalicos» ya que dentro de algunos arcos existían portales semi-interiores que hacían de colectores a varias viviendas que los compartían. El plano de Letur presenta un diseño compacto. Todas las calles y callejuelas se concentran en torno a la
Plaza Mayor, centro histórico en el que se levanta el edificio más emblemático de la localidad, la
Iglesia de Sta. María de la Asunción del siglo XVI. Su estilo general es Gótico aunque su portada es Renacentista. Es un templo de una sola nave dividida en tres tramos, reforzada exteriormente por contrafuertes de sección rectangular con un escalón intermedio. Existen cuatro capillas laterales y la del baptisterio con pila bautismal del siglo XVI (Renacentista). Junto a la Iglesia se encuentra el
Ayuntamiento, construido en el siglo XVI. No lejos de allí, encontramos en una de las calles pinturas medievales, únicas en la provincia de Albacete.
El paseo reposado por las calles de Letur, como la calle del Arco, la de los Cárabos, la del Atún, o la del Albayacín, permiten disfrutar de un sin fin de arcos y portalillos de singular belleza. Destacamos el Arco de piedra de las Moreras, monumento natural y el Arco de la Puerta del Sol, antigua entrada a la villa que data del siglo XII. Dada su situación en lo alto, Letur posee magníficos miradores como son el Mirador de la molatica, el de los Molinos, el de la calle San Sebastián, el de la calle Llanico Perales y el de la Artezuela.
A la hora de referirnos a los recursos naturales de Letur debemos fijarnos en primer lugar en su cuidada huerta, lo que podremos apreciar a través de un camino perimetral de cemento y piedra trazado sobre un antiguo camino en herradura que rodea al peñón rocoso donde esta enclavado el pueblo.
Este recorrido se divide en tres partes, los Cantalares, la Molatica y el Llanico. Durante el trayecto nos encontramos con diferentes cuevas, fuentes, y reas de descanso, a destacar el Charco Pataco que se forma al paso del arroyo Letur y se trata de un paraje de gran belleza con abundante vegetación. El arroyo aumentó aquí¡ su caudal con un manantial que brota de las profundidades.
Si somos amantes de la gran botánica podremos apreciar la singularidad de dos árboles:
uno de los pinos más grandes de la provincia y la Sabina más alta. Para encontrarlos debemos desplazarnos a la Aldea Fuente la Sabina, y desde allí, recorreremos 6 Km. por un camino sin asfaltar que nos conducirá a la Umbría del Nevazo donde encontraremos ambos árboles.
El pino es un Pino Rodero o Resinero (pinus pinaster), se encuentra en una ladera de vegetación arbórea donde se localizan además de pinos,
Encinas y Matorral Arbustivo. Destaca varios metros por encima del resto de los árboles dada su altura 18 m. Presenta una copa enorme muy aclarada por donde deja ver el complejo ramaje que le da forma. Tiene un fuste recto de donde parten las ramas en horizontal. Con asiduidad es visitado por las Ardillas.
Muy cerca de este pino se encuentra la Sabina Albar– Imiperus Thurifera -en una zona arbolada en la que conviven Encinas de pequeño tamaño o Chaparros, Pinos Negrales y abundante vegetación mediterránea de parte arbustivo. Mide 16m y tiene dos pies gruesos que surgen de la base y se ramifican de forma múltiple. La copa es irregular y más ancha en su parte superior. Tiene varios agujeros realizados por pájaros carpinteros para instalar su nido.
A 3 Km. aproximadamente de la Fuente de la Sabina se encuentra el Vivero Forestal denominado «Las Rejas» que además de ser utilizado como vivero y almacén, también es usado para la fumigación o la prevención y extinción de incendios y que existe una pista para aviones.
En cuanto a la vegetación que predomina señalaremos los Espartizales y Pastos, los Pinos, Chaparros, Lentisco, Sabina, Albar, Jara, Romero y Tomillo.
Por lo que se refiere a la fauna podemos contemplar especies como el Zorro, el Tejón, la Liebre, el Conejo, la Ardilla y el Gato Montés.
Fiestas de San Antón: 17 Enero
Luminarias San Juan: 24 Junio
Virgen del Carmen: 16 Julio
Encierros – Fiestas de la Virgen de la Asunción: 14 al 20 de agosto
Ayuntamiento
Tel: 967 426 001
Web: www.letur.es
Email: letur@dipualba.es
Oficina de Turismo
Tel: 967 587 227
Web: www.letur.info