Uno de los parajes más bellos parara hacer una escapada es el del Nacimiento del río Mundo, rodeado de la sierra y la extensa vegetación de Riópar. Si te decides a hacerla una de las experiencias que no olvidarás, sin duda un lugar que merece la pena ver.
Para llegar al Nacimiento debemos partir desde una explanada situada en las inmediaciones del lugar, y desde ahí iniciar la ruta, es un trayecto de unos 4 kilómetros aproximadamente ida y vuelta, pero hay que tener en cuenta que es una subida importante, con una cota de altura de entre 1.000 y 1.300 metros. Pero el trayecto es corto y bien señalizado, se puede hacer perfectamente en una mañana y disfrutar de la naturaleza.
Al llegar al final de la subida encontrarás una cueva, aquí es donde hay que tener cuidado, ya que se debe bordear el río subterráneo y solo hay una senda. Y se llegará a la boca de la Cueva de los Chorros, un espectáculo de la naturaleza que hará que haya merecido la pena la caminata. Merecerá la pena solo por observar, escuchar el ruido del agua caer por la cascada, respirar la pureza del agua y vegetación del lugar, etc. Por algo es uno de los enclaves naturales con más reconocimiento.
El acceso a la cueva está restringido por su peligrosidad si no se está capacitado, pero con la experiencia, el material y permisos necesarios se puede realizar una actividad impactante como es la espeleología en la Cueva de los Chorros. La autorización para el acceso la otorgarán los Servicios Periféricos de la Consejería de Agricultura de Albacete o bien a través de rutas previamente autorizadas por tener todos los permisos.
La Cueva es única por un fenómeno que se da en época de lluvias y nieves: el reventón. Desde la cueva sale agua a presión como si se tratase de una explosión, de esta forma la cascada multiplica por 100 su caudal inundando las cercanías.
La vuelta se hace por la misma senda, bien señalizada y que se debe seguir ya que podría ser peligroso no hacerlo, siguiendo las indicaciones todo trascurrirá con normalidad. Aquí ya estamos de bajada y la ruta se hará menos cansada y rápida. Una vez abajo puedes comer en la zona, saliendo de la explanada de los chorros para dejar acceso a otros coches, habrá zonas habilitadas para comer o merendar en plena naturaleza.
A la hora de visitarla tendremos en cuenta que el acceso a la explanada está limitado a 100 vehículos y 6 autobuses, por lo que es posible que si se hace en fechas clave pueda tener que hacer cola en los controles de acceso. Esta limitación se lleva a cabo por seguridad en caso de evacuación.