Cuando Mario Alarcón García, en el momento de la apertura de su negocio menor de 40 años, se quedó en paro, decidió apostar por el autoempleo y apostar por sacar adelante su propio taller mecánico y de reparación de automóviles, sector en el que se había formado y donde contaba con amplia experiencia.
Apostó así por crear empleo -y contribuir también a fijar población- en Letur, donde contaba con un local de su propiedad en el que abrió el taller. La inversión necesaria se destinaría a la adquisición de la maquinaria necesaria para el taller y las instalaciones técnicas. Maquinaria para la que contó con la última tecnología, con el fin de ofrecer el mejor servicio a sus clientes, en un lugar donde había detectado la necesidad de contar con un taller mecánico de estas características.
La inversión total fue de 38.401 euros. Y el emprendedor logró una ayuda de casi 15.000 euros, gestionada a través del Grupo de Acción Local Sierra del Segura.