Propietario de una casa rural de 12 plazas en Molinicos, Miguel García Díaz, detectó la necesidad de mejorar la oferta de su negocio dotando a la instalación de una piscina. Con ello, se buscaba incrementar la ocupación de las mismas, principalmente en verano, ayudando a crear más empleo alrededor de su negocio.
Indicaba que había detectado que el alquiler de sus plazas en casas rurales podía ser más alto en verano si se contara con la piscina, pues era lo que buscaban quienes se interesaban por pasar aquí unos días estivales, por lo que se decidió a hacer esta inversión.
La inversión requerida se destinó a la construcción de la propia piscina, puesto que el terreno ya era de su propiedad, en el lugar de su oferta en casas rurales.
Miguel García Díaz hizo una inversión de algo más de 28.000 euros en esta piscina y recibió una ayuda de fondos europeos LEADER, gestionados a través del Grupo de Acción Local de la Sierra del Segura, de casi 8.000 euros.