La vista de Ayna desde la carretera nos dará pistas sobre el porqué de su sobrenombre, ‘la suiza manchega’: situada en un estrecho cañón que ha formado el río Mundo y ‘colgada’ de la montaña como si de un balcón natural se tratara. Dada esta especial ubicación los vecinos de Ayna han usado para diversos cultivos las terrazas excavadas en la ladera del monte.
Varios miradores nos permiten deleitarnos con la belleza del paisaje desde distintas perspectivas: el mirador del Infierno, el del Diablo…
Hace ya muchos años los hombres del Paleolítico superior escogieron para su asentamiento en este enclave privilegiado; las pinturas rupestres de la Cueva del Niño _declaradas por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad_ así lo atestiguan. La cueva se divide en dos salas, y es la primera la que contiene un mayor número de pinturas. Del conjunto destacan las cabezas de los cérvidos machos, aunque también aparecen representados el caballo y la cabra montés, especie todavía hoy abundante en las agrestes inmediaciones de la cueva.
También en la Cueva del Niño se han encontrado restos de cerámica epicardial, lo que nos indica que esta sirvió también de refugio a los pobladores del Neolítico.
La ermita de Nuestra Señora de los Remedios es sin duda la de mayor interés histórico- artístico. Tan solo un arco de piedra que enmarca la puerta de entrada nos avisa de su presencia en la calle mayor. De su interior destaca sin duda un artesonado de estilo mudéjar
del siglo XVI. Aquí se ubica en la actualidad el centro de interpretación de la ya considerada película de culto, Amanece que no es poco, del afamado director albaceteño José Luis Cuerda.
En la actualidad, la iglesia donde se celebra culto es en la de Nuestra Señora de lo Alto, situada en la zona conocida como el Postigo. Templo construido en 1953 sobre los restos del Castillo de la Yedra y la antigua ermita de la patrona, la virgen de lo Alto. La oficina de turismo comparte espacio con la Casa- Museo etnográfico donde encontraremos información sobre modos de vida tradicionales y utensilios de trabajo, aperos de esparto…
Ayna resulta un lugar idóneo para la práctica de la escalada. Está considerado un paraíso para los amantes de esta práctica. Existen cientos de vías de todos los niveles.
Y además: El mirador de los infiernos; El mirador de los mayos; El Salero, salinas de origen árabe; Royo Odrea; Castillo de la Yedra; Y mucho más…
